servicios especiales

Los conflictos por un juguete

"Hoy iremos al parque", la cara de Z. ( 21 meses) se enciende y de seguida dice "niños!". Sí, vamos al parque y allí vamos a ver muchos niños jugando.

Nuestras salidas Poppins al parque, o en otros espacios infantiles, nos permiten acompañar el niño en sus primeros pasos hacia la vida comunitaria (aprendizaje social), compartiendo un tiempo y un espacio con otras personas, niños y adultos.

Muchas veces nos encontramos con este escenario, a ver si os suena:
dos niños agarrando el mismo objeto, ninguno de los dos tiene la menor voluntad de soltarlo. Un crescendo emocional que alguna veces lleva al llanto.

     
                             

La mayoría de lo adultos intervenimos cuando vemos que el niño se está lanzando hacia un juguete que tiene otro niño, con las mas buenas intenciones de enseñarle a "compartir" en la moral de lo que es justo. La verdad es que ningún niño de dos años quiere compartir su juguete!
Lucha por un juguete como si luchase por su propia vida...verdad?
Su mantra es:
"lo que veo, lo quiero, lo que quiero es mío, lo que es mío es una expansión de mi ser" .

Compartir es un concepto difícil de entender por un niño.
Las disputas por un juguete crecen en medida que su "yo quiero" se fortalece, por lo tanto no tienen que ser vistas negativamente (mi niño es un egoísta!): los deseos expresados son una buena señal que el niño se siente seguro y se da cuenta de su habilidad de producir efectos a su alrededor.

Puedes ayudar dejándoles resolver el conflictos de manera autónoma siempre que nadie se haga daño: lo importante es que participen del proceso (cómo solucionar el problema) .
Decirle "Devuelvelo, lo tenia el antes!" , "Podéis tenerlo por turnos" sería aplicar la lógica de adulto (el policía). Nunca funciona! Y tampoco los sermones.
A de mas pensamos que una intervención innecesaria transmita al niño la sensación de que el no pueda, ni sepa, negociar soluciones con su propia competencia.
Forzar a compartir puede tener como consecuencia que el niño se sienta aún mas enfadado que amable.
Cuanto mas intervenimos, mas lo complicamos!
...No os sorprende que, al final de la gran disputa, el juguete en cuestión acaba abandonado después de poco rato?

Por acabar, queremos compartir, per no perder el tema de día :) algunas reflexiones:
1) los niños pequeños aprenden por lo que ven, así que la forma mejor es que que vean buenos ejemplos de sus padres y cuidadores.
2) reforzar comportamientos positivos, jugar al dar y recibir, lo tengo yo y lo tienes tú, son unas buenas ocasiones para familiarizar con las buenas conductas.
3) el adulto debería mantener una actitud de disponibilidad, proximidad, neutralidad, ofreciendo su asistencia solo si es necesaria (vale mas tomarse un tiempo de espera y observar que pasa, en lugar que precipitarse a salvar la situación! Podría sorprenderte el desenlace.
4) ofrecer alternativas, decir lo que puede hacer (buscar otro juguete) y de manera firme decirle lo que no se debe hacer (pegar y hacer daño a otro niño).
5) las agresiones también son perfectamente normales, así como expressar sentimientos agresivos. Permítale expresar este sentimiento, al mismo tiempo que vas marcando el limite "reconozco que estas enfadado, pero no te permito pegarle".
6) en la misura que el bebe va creciendo, empieza a aprender los efectos de sus aciones.
6) no forzar a las disculpas o al besitos reconciliador...Ni simpatizar demasiado con las penas del "agredido", fomentaríamos su ser víctima.

En fin, todo un leeeento proceso, como siempre!




Desde Mi iPad

No hay comentarios:

Publicar un comentario